jueves, 24 de febrero de 2011

El Parlamento Europeo critica a las inversiones en represas


Jueves 17 de febrero de 2011 - Estrasburgo Edición provisional Estrategia energética del Banco Mundial 


Resolución del Parlamento Europeo sobre la estrategia energética del Banco Mundial para los países en desarrollo

B7‑0128/2011






Parlamento Europeo


Banco Mundial - Presidente - Robert Zoellick
El Parlamento Europeo


–   Vista su Resolución, de 18 de mayo de 2010, sobre la coherencia de las políticas europeas en favor del desarrollo y el concepto de «Ayuda Oficial al Desarrollo plus»(1),


–   Vista su Resolución, de 13 de marzo de 2008, sobre el Fondo mundial para la eficiencia energética y las energías renovables(2),


–   Visto el conjunto de resoluciones sobre el clima y la energía que aprobó el 17 de diciembre de 2008,


–   Vista su Resolución, de 1 de abril de 2004, sobre la Revisión de las Industrias Extractivas encargada por el Banco Mundial(3),


–   Visto el Informe sobre el desarrollo mundial 2010: Desarrollo y cambio climático,


–   Vistos el artículo 115, apartado 2, y el artículo 110, apartado 2, de su Reglamento,


A. Considerando que el acceso a los servicios energéticos modernos es un requisito previo para la erradicación de la pobreza y el desarrollo económico, y que el derecho a la energía significa que los servicios energéticos han de ser fiables, asequibles especialmente para los pobres, y estar distribuidos uniformemente de manera que se colme la laguna existente entre las zonas urbanas y rurales,


B.  Considerando que alrededor de 1 500 millones de personas carecen actualmente de acceso a la electricidad, que cuatro de cada cinco de ellas viven en el África Subsahariana y en el Sur de Asia, principalmente en zonas rurales, y que aproximadamente 2 400 millones de personas utilizan todavía combustibles tradicionales de biomasa para cocinar y producir calor, lo que causa problemas de salud graves y la muerte de 1,9 millones de personas al año, debido a la contaminación en las viviendas, así como daños medioambientales provocados por un uso no sostenible de recursos naturales(4),


C. Considerando que los programas convencionales de electrificación en zonas rurales financiados por el Banco Mundial han fracasado en general en su intento de llegar hasta los pobres en dichas zonas, y que las tecnologías de bajas emisiones de carbono y aisladas de la red pueden ser particularmente adecuadas para suministrar servicios de electricidad en zonas rurales debido a su carácter descentralizado,


D. Considerando que, con arreglo al escenario de referencia utilizado en el documento de la Agencia Internacional de la Energía titulado «Perspectivas de la energía en el mundo 2008» (WEO-2008), la demanda mundial de energía primaria aumentará en un 45 % de aquí hasta 2030, y los países no pertenecientes a la OCDE serán responsables del 87 % de este incremento debido al rápido desarrollo económico; que se espera que este rápido aumento en la demanda de energía en los países no pertenecientes a la OCDE suponga alrededor del 97 % de las emisiones adicionales de CO2 según este mismo escenario,


E.  Considerando que el Banco Mundial está preparando en la actualidad una nueva estrategia energética, cuya finalización se espera para mediados de 2011, que aspira a obtener unas aportaciones de las diversas partes interesadas y cuyo concepto de suministro de energía eficiente, asequible y limpia para la reducción de la pobreza y para el crecimiento económico constituye un elemento clave,


F.  Considerando que, en 2008, el Banco Mundial se comprometió a que la mitad de sus inversiones en energía para 2011 fuesen de baja emisión de carbono(5),


G. Considerando que, desde 1990, se ha multiplicado por diez la financiación del sector privado por parte de los Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMD); que este incremento es particularmente claro en la sección correspondiente al sector privado del Banco Mundial, la Corporación Financiera Internacional (CFI), cuyos préstamos e inversiones totales se han duplicado con creces entre 2003 y 2008,


1.  Acoge con satisfacción la estrategia y recuerda que ésta debe tratar específicamente la forma de acceso a los servicios energéticos que pueden contribuir a sacar a las personas de la pobreza, al mismo tiempo que se facilita un trayecto de desarrollo para la energía que sea sostenible desde el punto de vista ambiental; insta asimismo al Banco Mundial a que tenga un planteamiento relativo al desarrollo del sector privado que ofrezca un beneficio máximo a los pobres al mismo tiempo que hace frente al cambio climático; subraya que los factores ambientales y sociales, tanto en el nivel nacional como de las comunidades locales, deben tenerse en cuenta en un análisis exhaustivo de rentabilidad de las opciones energéticas;


2.  Señala que, en la dotación global del Banco Mundial para la energía, los préstamos referentes a los combustibles fósiles siguen desempeñando un papel dominante a pesar de los recientes incrementos en los préstamos para las iniciativas en relación con las energías renovables y la eficiencia energética; señala que las inversiones en combustibles fósiles se están produciendo también a través de intermediarios financieros, aspecto que no figura en los datos anuales del Banco para el sector energético; señala también con inquietud que el Banco sigue realizando inversiones importantes en centrales eléctricas de carbón, lo que bloquea a los países en desarrollo en el uso de energías del carbón para las próximas décadas;


3.  Se felicita, en sintonía con los compromisos adquiridos por los líderes del G-20 en Pittsburgh en septiembre de 2009 y renovados en junio de 2010 en Toronto, del objetivo estratégico del Banco Mundial de eliminar progresivamente su financiación a los proyectos de combustibles fósiles de aquí a 2015;


4.  Insta al Banco Mundial a que conceda prioridad al acceso a la energía a pequeña escala y a nivel local en los países menos desarrollados de África y Asia;


5.  Manifiesta su preocupación por el hecho de que el Banco Mundial considere la energía hidroeléctrica, los biocarburantes y la energía nuclear como energías limpias; destaca, en particular, las advertencias de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación acerca de la amenaza que suponen los biocarburantes para el suministro de alimentos;


6.  Pide al Banco Mundial que dirija el desarrollo y la aplicación de marcos reguladores innovadores y de normas para el sector privado con el fin de proteger los derechos de las comunidades y garantizar que puedan acceder y beneficiarse plenamente del desarrollo del sector energético, incluidas las tecnologías de bajas emisiones de carbono y las fuentes renovables de energía;


7.  Observa con inquietud el control insuficiente al que está sometida una gran parte de la financiación multilateral facilitada a los intermediarios financieros; subraya la necesidad de definir requisitos claros que han de cumplir los intermediarios financieros con el fin de poder ser elegibles para la financiación multilateral; opina que estos requisitos deben incluir la existencia de unos objetivos de desarrollo claros (más allá del rendimiento financiero), así como unas garantías sólidas en el ámbito social y ambiental, tal como vienen contempladas en los protocolos y tratados internacionales;


8.  Subraya la importancia de internalizar los costes relacionados con el cambio climático; pide que se haga uso del enfoque ambiental sobre el coste del ciclo de vida en el proceso de contabilidad de forma que se evalúen eficazmente las alternativas energéticas disponibles;


9.  Hace hincapié en la necesidad de diversificar el conjunto de opciones energéticas, habida cuenta de los problemas derivados de depender excesivamente de una única fuente de energía para la producción de electricidad, como ocurre con los combustibles fósiles importados o la energía hidroeléctrica, cuando una sequía prolongada supone depósitos vacíos que reducen drásticamente la capacidad de producción; insta al Banco Mundial a que incremente la magnitud de sus inversiones en energías renovables y en eficiencia energética, pero que se abstenga de invertir en grandes proyectos hidroeléctricos cuyos efectos negativos en términos sociales y ambientales, derivados entre otros de las emisiones de gases de efecto invernadero de los depósitos, deben evaluarse adecuadamente antes de proceder a su financiación; subraya que las presas pequeñas para la producción de energía hidroeléctrica son más sostenibles y viables desde el punto de vista económico que las grandes centrales hidroeléctricas;


10. Lamenta que el Banco Mundial promueva principalmente modelos energéticos a gran escala y orientados a la exportación, en lugar de apoyar proyectos energéticos descentralizados y a pequeña escala que resultan a menudo más adecuados y eficaces para responder a las necesidades básicas en las zonas rurales; insta al Banco Mundial a que apoye proyectos energéticos alternativos, descentralizados y a pequeña escala, que tengan en cuenta las necesidades de las comunidades locales y las realidades económicas de los diferentes países, y que fije objetivos específicos y directrices de control para garantizar que los préstamos a la energía favorecen a los pobres;


11. Considera que la mejor manera de resolver los compromisos potenciales es examinar la seguridad del suministro, los impactos en la salud, el medio ambiente y la economía en las comunidades locales y el desarrollo y la transferencia de tecnología que se requiere tanto a escala nacional como local, con el fin de garantizar el acceso a las tecnologías con bajas emisiones de carbono y a las fuentes renovables de energía;


12. Hace hincapié en la necesidad de elaborar normas de información y difusión que permitan una transparencia máxima; insiste en que el Banco Mundial determine claramente los beneficios específicos para el desarrollo, e informe públicamente de ello, antes de comprometer la financiación; manifiesta su inquietud por el hecho de que el principio de consentimiento previo, libre e informado, como se recoge en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, no se reconoce en el marco de las normas de rendimiento de la CFI;


13. Insta al Banco Mundial a que centre su estrategia energética en hacer comerciales y competitivos los proyectos de tecnologías bajas en carbono mediante una financiación innovadora y programas de desarrollo institucional con el fin de promover el desarrollo bajo en emisiones de carbono como una opción viable y atractiva;


14. Señala que el desarrollo de tecnologías limpias en los países pobres está vinculado a la transferencia de tecnologías, lo cual requiere que se determinen los principales obstáculos a la difusión de las tecnologías verdes en los países en desarrollo con el fin de hacer frente al cambio climático, y que se examinen nuevas opciones flexibles en términos de derechos de propiedad intelectual;


15. Encarga a su Presidente que transmita la presente Resolución al Banco Mundial, al Consejo y a la Comisión.


Fuente: Web Oficial del Parlamento Europeo

http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef=-//EP//TEXT+TA+P7-TA-2011-0067+0+DOC+XML+V0//ES