jueves, 7 de junio de 2012

‘‘Comencemos a hablar de vida sustentable”


Sostiene que el desmonte misionero, es una actitud autodestructiva. Sueña con otro modelo productivo en el país, porque el actual beneficia a pocos. Por ello dice: “Si la pobreza es un escándalo, también lo es la riqueza”

Juan Yahdjian. | Médico y ambientalista. | Foto: Miguel Mendieta

Posadas. Supo del dolor propio en el exilio y del dolor ajeno, como médico especializado en gastroenterología. Juan Yahdjian, hace casi cuatro décadas pisó tierra colorada y en la actualidad jubilado de profesión, se muestra activo y ferviente defensor del medio ambiente y en consecuencia de la vida. Por ello estudia la estrecha relación “ambiente-salud-modelo productivo”. Como médico y ambientalista, observa cómo la tierra misionera padece por el uso abusivo de agrotóxicos y otros químicos y plantea que “son el índice de nuestro fracaso y la agresión que hacemos a la madre tierra”. En entrevista con ElTerritorio, realiza un alerta para pensar no tanto en el desarrollo, sino en una vida más sana y sustentable. Con su edad, tiene 76 años, prefiere movilizarse con una de las unidades menos contaminantes por la ciudad de Eldorado, como la bicicleta.

Usted suele mostrarse muy crítico del modelo de país exportador de productos primarios. ¿Cuáles son las razones?
Muchas son las razones, entre ellas que responden a necesidades de otros países y no a las nuestras. Otra es que son productos exóticos, como la especie de pinos, eucaliptos o la soja que se utiliza. O sea especies ajenas, extrañas a nuestro clima y suelo, con modificaciones genéticas en algunos casos y requieren de muchos insumos como agrotóxicos y fertilizantes químicos, sustancias que funcionan como venenos para nuestras vidas.

Tampoco suele compartir la exportación de dos productos de gran producción en Misiones, principalmente la pasta de papel o la soja.
La pasta de papel y la soja significan un enorme corrimiento de la frontera agrícola, para Misiones a costa del desmonte, para reforestar hay que deforestar previamente. Pero también se reemplazan los cultivos de productos tradicionales, de frutales etc. La gran cantidad de agua que absorben los pinares de las napas, las van secando y son motivo de menores rendimientos de los suelos y de las chacras en general.

¿Cree que estas siembras, desplazan a los productores de sus chacras?
Efectivamente, una consecuencia negativa es el desplazamiento de los pequeños productores hacia los cinturones de pobreza de las ciudades, funcionando como una fábrica de pobres y de todo tipo de violencia, trata de personas, droga, desocupación imposible de superar. Ya decía nuestro Obispo Joaquín Piña, en el Foro de la Tierra “Quiero ser Obispo de la gente, no de los pinos”. Difícil imaginar a los miembros de una familia de colonos conseguir un trabajo digno en las ciudades. El destierro es causa de enfermedades y de muerte. La situación actual es el resultado de varios años de malos precios de los productos tradicionales, para favorecer el abandono de chacras. Por lo mismo nunca se regularizó la tenencia de la tierra y por ende, el desarrollo de la electrificación rural y los créditos necesarios para la producción del pequeño agricultor.  Todo preparado para que veamos “natural” la presencia de los pinos y nos olvidemos del desierto verde, que es su consecuencia. En el Juicio Ético y Popular a las Transnacionales de la Triple Frontera (31 de septiembre y 01 de octubre de 2011) Rubén Ortiz, miembro del Movimiento Social Misiones propuso “desentrañar la red de complicidades que hizo que este modelo fuera posible”.  La pregunta que surge viendo la realidad es: “Quién producirá los alimentos para nuestros hijos y nietos”

Los gobiernos suelen plantear que sin recursos económicos, que pueden surgir de los productos citados (por ejemplo fondos de la soja) no habría fondos para distribuir. ¿Qué opina al respecto?
Los que realmente se favorecen son el Gobierno, por eso esta es una política de Estado. Las grandes empresas multinacionales; los dueños de la tierra, los exportadores,  siembra directa, los fabricantes de la maquinaria agrícola y de insumos como los agrotóxicos, semillas etc; los bancos y financiadoras. Los países importadores de nuestros productos primarios. Al todos nosotros nos toca la pobreza y los venenos.

¿En general cree que existe una verdadera distribución de la riqueza?
Una verdadera distribución comienza en disminuir las grandes riquezas, para luego hacer justicia con los de menos recursos. El Gobierno actual hace al revés, con impuestos recesivos, como el IVA (21%) y el Impuesto a las Ganancias de los salarios de trabajadores, con el cual son los pobres, los trabajadores quienes se sacrifican por el país, ya que todo lo que consumen tiene IVA y los salarios se calculan para que alcance para vivir. Mientras los ricos son cada día más ricos, aumentando la brecha entre ambos. “Si la pobreza es un escándalo, también lo es la riqueza”. No puede distribuir la riqueza un Gobierno que no practica la democracia. Los habitantes de la Argentina no tenemos las mismas oportunidades y la represión esta a la orden del día. La reciente Ley antiterrorista, criticada por muchos kichneristas es una muestra muy clara. Nuestro Movimiento Social tiene a dos de los miembros de la Mesa en Proceso judicial, por el pecado de apoyar las justas demandas de los tareferos. Me refiero a Rubén Ortiz y a Juan Carlos Dimarco, además, están procesados “Tato” Serezky (Partido Obrero de Eldorado) y Ramona Romero(Partido Obrero de  Iguazú) y Edgardo Landa (CTA Iguazú), entre otros. Todos militantes sociales, prohibido defender pobres.

¿Cree que es sólo una sensación o también “el imperio” avanza o avanzará sobre nuestras aguas?
 El imperio no necesita conectar un caño para llevarse el agua. Cuenta con la complicidad del Gobierno para robarnos el agua. Sabemos que los pinos absorben mucha  agua de las napas, al igual que los eucaliptos. Pero además se utiliza mucha agua para la fabricación de la pasta de papel, por eso las fábricas se construyen cerca de los ríos, que les sirven para evacuar los desechos contaminantes y absorber el agua en gran cantidad. El agua de la Argentina está a disposición de grandes empresas y de países extranjeros. Mientras mantengamos este modelo productivo, el imperio y la clase dominante son los que ganan y todos nosotros perdemos.

Como médico y ambientalista. ¿Cuáles son los efectos primarios e inmediatos, del avance del hombre por ejemplo, en el desmonte misionero?
Considero que el desmonte no es un avance del hombre, es más bien una actitud autodestructiva. El efecto inmediato es la alteración del ciclo de agua, posibilitando toda suerte de enfermedades y epidemias.  La Organización Mundial de la Salud dice que el 80% de las enfermedades tienen que ver con el agua. Sea por la falta, la contaminación, el uso equivocado o indiscriminado. Cuando maltratamos el agua estamos maltratando nuestras vidas.

¿A su criterio cómo se consigue la soberanía alimentaria?
No podemos hablar de soberanía alimentaria sin soberanía política. Si producimos lo que otros países necesitan o exigen, si la deuda externa (o eterna) nos condiciona y nos obliga, si el actual modelo productivo es una política de Estado, no podemos pretender la  soberanía alimentaria.
El Gobierno nos tiene acostumbrados al doble discurso, por un lado el Modelo expulsa a los pequeños productores, reemplazándolos por pinos, por el otro crea la Subsecretaría de Agricultura Familiar, que dice defenderlos. El PEA (Proyecto Estratégico Agroalimentario), anunciado recientemente por la Presidente, es el fracaso para los que adhieren al Gobierno actual. Para cumplir con el PEA hay que seguir desmontando, eliminando frutales y cultivos tradicionales, desplazando a más campesinos, usando mayores cantidades de agro tóxicos y fertilizantes químicos, alterando el ciclo del agua y promoviendo su robo.  Una tonelada de soja necesita mil toneladas de agua para su cultivo (agua virtual). El agua no se va con el grano, sin embargo es la cantidad necesaria para que esté listo para la exportación. El PEA está programado para aumentar en 160 millones de hectáreas la superficie de producción actual. La cantidad de agrotóxicos y otros químicos que se utilizan son el índice de nuestro fracaso y el índice de la agresión que hacemos a la madre tierra. Soberanía alimentaria, con el uso indiscriminado de venenos es contradictorio. ¿De qué soberanía podemos hablar si el 75% de nuestras exportaciones la realizan empresas multinacionales?

Se avanzó con legislación sobre la concentración de tierras en manos de extranjeros. ¿Qué opinión le merece?
El tema principal es la concentración de la tierra y de la riqueza no sólo la extranjerización. En un mundo globalizado ni sabemos si las personas o las empresas son extranjeras o nacionales. Los dueños de grandes extensiones no cuidan la tierra, ni el agua, ni el ambiente, no piensan en el futuro, el lucro es lo único que los mueve. Ellos no se sienten obligados. Los pequeños cuidan porque saben que luego vendrán los hijos y nietos y que mínimamente deben producir en forma sustentable, para que la chacra les rinda a los que vienen. La Tierra es un derecho de todos y su concentración es un atentado a la democracia y a la vida.  En 1881, cuando Misiones pasó a ser Territorio Nacional unas 21 familias se repartieron las tierras de lo que hoy es la Provincia de Misiones. Todavía estamos sufriendo las consecuencias de tamaño avasallamiento.  No hay soberanía alimentaria sin una distribución equitativa de la tierra y la riqueza.

¿Es necesario también legislar para lograr una reforma agraria en la región o el país?
Seguramente que necesitamos una Reforma Agraria Integral, discutido con entidades y gente del campo. El PEA nos demuestra que desde arriba no baja nada bueno, que profundizar este Modelo es profundizar la pobreza, la contaminación, los cambios climáticos, con los consiguientes tiempos de sequía e inundaciones. Debemos discutir cómo orientar los progresos tecnológicos, cómo regular el consumo de energía, cómo frenar el cambio climático, cómo Vivir Mejor (propuesta que nos hacen los hermanos originarios). Aunque sea serio, el capitalismo. Tendremos que buscar otras formas de relacionamiento entre los seres humanos y con el Planeta. Mañana puede ser demasiado tarde.


Pretendo democracia participativa
“El mejor modelo productivo es el que está al servicio de la gente y no de empresas nacionales o extranjeras, pensadas para el lucro y el irrespeto de nuestras vidas y de la madre tierra. Las autoridades deben escuchar otras opiniones al pensamiento único. Ya que pensar en otras formas políticas, como el socialismo, es un poco utópico actualmente, por lo menos pretendemos una democracia participativa, que nos haga sentir verdaderos ciudadanos. Los candidatos en las elecciones los tenemos que poner nosotros y no los partidos, que eligen a profesionales o empresarios, que se preocupan por acumular y poco les interesa el sufrimiento de la gente.


El perfil
• Juan Yahdjian
Médico, 76 años, argentino, tres hijos y siete nietos. Llegó a Posadas en el año 1968, ya especializado en gastroenterología. Candidato a diputado en el año 1975, por el Partido Peronista Auténtico. Sufrió la cárcel en Candelaria primero y en Resistencia luego, por la dictadura militar del año 1976. Luego del exilio y de varios años en Nicaragua, como cooperante médico de Naciones Unidas, vuelve a Misiones en 1996, con la intención de colaborar en la Pastoral de la Salud en la Diócesis de Iguazú, Obispo Joaquín Piña. Fue elegido constituyente del FUD, Frente Unido por la Dignidad en el año 2006. Actualmente está radicado en Eldorado y según dice, su única tarea es de concientización en defensa de la vida. Es jubilado y no realiza actividad lucrativa alguna. Miembro del Movimiento Social Misiones, de su Escuela de Formación Política y del Aula de Educación Ambiental "Madre Tierra" y de la Mesa Misionera por el NO a las Represas. 

Fuente: http://www.territoriodigital.com
Fecha Publicación: Lunes 30 Enero de 2012 |    

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